Ojalá Perú y Venezuela sean incluidos como lo piden Marcos, Ana y otros compañeros.
Pretenciosamente voy a ver si me sale una nota de color para no comentar el espectáculo que es maravilloso y lo disfruté muchísimo desde la fila 2 . Como era mi primera vez tan cerca me fui liviana de equipaje, no llevé cámara . Si hay una próxima en buen lugar estaré en condiciones de compartirlo con ustedes.
El primer comentario va para el público. Entregado como todos. Por eso y para eso fueron.
Horriblemente molesto para mí el murmullo que subyace en todas las canciones. En mi caso, estoy ahí para escucharlo a él. Sabido es que tenemos dos o tres para participar. Además del final de “Para la Libertad” que lo coreamos a toda voz porque la circunstancia lo amerita y estamos muy felices. Pero en todas no por favor !!!! En algún momento, con la elegancia que le es propia Joan Manuel sugiere que un poco lo mosquea y ahí es cuando despacha la anécdota de Wilson Simonal . Cuando dice que el público esa noche ha reparado la envidia que él sentía porque a W.S. le cantaban el show, leamos entre líneas. Otro momento elegante, impecable, es cuando se sienta a escuchar de una y sin parar las cosas que la platea femenina le grita.
Me parece que hace bien en frenar la histeria porque con el tiempo el público ha pasado una barrera y quiere ser protagonista.
LOS MÚSICOS maravillosos. GENIOS Miralles y Kitflus frente a frente. Es indescriptible lo que juega y disfruta el maestro Kitflus.
Línea de oro para Olvido Lanza (viola), fundamental en el sonido Serrat que tenemos en la memoria emotiva y también por la alegría que pone en el escenario. Siempre sonriente, divertida, buscando la complicidad de sus compañeros. Cautiva, tiene ángel.
Premio limón para Israel Sandoval. Hay que avisarle que si se aburre tire p´al flamenco, la rumba o el reggaeton. Que si aceptó acompañar a Serrat, todas las noches será igual.
Volvé David !!!
El último párrafo para Joan Manuel.
Hacía años que no lo veía tan divertido, juguetón (esa es la palabra) y feliz. Camina todo el escenario (tan diferente por fortuna al quietismo del 100 x 100), ensaya algún pasito de baile y sonríe, sonríe, sonríe. Y su voz, bendita sea esa voz y las mariposas que han vuelto a su garganta.
Como si fuera necesario él mismo dice que está feliz y nos pide a nosotros que también lo seamos o al menos lo intentemos.
Voy a ver si puedo porque como siempre él anda unos metros adelante, por algo lo dirá.
P.D.: un profundo buuuuuuhhhhhh a los boleteros del Gran Rex que me negaron la 1ª. Fila (giles se las tragaron) les quedaron butacas vacías. Para mí mejor porque estaban justo delante de mí. Al centro. Nada entre el Nano y yo.
Otro buuuuuuhhhhhh para el señor que estaba a mi izquierda.
Acompañaba a dos señoras e intuyo que a contragusto porque no hizo otra cosa que batir una caja de …maní con chocolate? Y beber. Estuve muy tentada a darle un toque y aventarle los confites por el aire pero una es una dama

Nunca había escrito una crónica. Ésta vale (por su extensión) por todas las que les debía.
Besos a todos.
Silvia.